La exhibición es una muestra de la colección más grande de Charlton E. Meyer Jr. y Gloria B. Meyer del Museo del Holocausto de Houston. Meyer, un numismático y coleccionista de Shreveport, Louisiana, ha estado acumulando pagarés de campos y guetos desde los años 1980. En 2002, donó más de 400 piezas al museo. Aunque la colección completa está disponible en los archivos del MHH, la exposición se centra en 85 de los artefactos más interesantes y extravagantes. Cada pieza en la exposición es única en cuanto a que representa el campo de concentración o gueto donde fue emitida.
“Esta es la colección más completa de pagarés del Holocausto que existe en los Estados Unidos”, afirmó Collin Keel, director de exposiciones transitorias del museo. “Algunos de los artefactos de la colección son extremadamente raros, y una pieza en particular, del campo Natzweiler en Francia, es la única pieza conocida en el mundo”. Junto con el pagaré de Natzweiler, artefactos de Dachau, Ravensbrück y el gueto de Sokolka son considerados las piezas más raras en la colección. El pagaré de Dachau es inusual ya que tiene espacios para hacer notas a mano. Tanto los números de prisionero como la fecha de emisión solían escribirse a mano, haciendo cada pieza de este pagaré único y extremadamente raro.
La colección también contiene dos de los tres tipos de pagarés emitidos en Ravensbrück, el notorio campo de concentración nazi para mujeres. La primera emisión fue el pagaré Ravensbrück Canteen, el cual era usado como un cupón, y la segunda emisión fue hecha de notas de cartón de calidad con dos tipos de sobresello, el tradicional ovalado con el águila nazi y el sobresello triangular.
El pagaré más raro de la exposición es una pieza sola de Natzweiler. Redescubierto en una antigua colección en 1993, es el único pagaré conocido de este campo que existe en la actualidad. Tiene el sello de validación de la Waffen SS y se cree que es una muestra reservada para los registros del campo debido a un orificio en la nota. El pagaré del gueto de Sokolka, con la inusual denominación de 0.91 marcas, es también extremadamente raro. Pocos supervivientes judíos recuerdan la existencia de pagarés en los campos de concentración y los guetos donde fueron encarcelados. A los prisioneros judíos por lo general no se les permitían los privilegios que otros prisioneros sí tenían, incluyendo el de recibir pagarés.